Un hombre de 38 años fue arrestado y enfrentará cargos tras un presunto ataque incendiario en la residencia oficial del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro. Las autoridades identificaron al sospechoso como Cody Balmer, quien ahora enfrenta cargos por intento de asesinato, terrorismo, incendio agravado y agresión agravada.
El incidente ocurrió en horas de la madrugada, cuando Shapiro —quien ha sido mencionado como un posible candidato presidencial a futuro— fue despertado por agentes tocando fuertemente la puerta mientras un incendio se propagaba por la propiedad.
En una conferencia de prensa realizada el domingo, el gobernador expresó su conmoción por lo ocurrido: “Obviamente estoy emocional”, dijo al relatar el suceso. Aunque Shapiro, su esposa Lori y sus cuatro hijos —Sophia, Jonah, Max y Reuben— lograron evacuar sin sufrir heridas, la residencia sufrió daños significativos, especialmente en una sección de la casa.
La residencia del gobernador, ubicada en Harrisburg, es una construcción de estilo georgiano de 2.700 metros cuadrados, edificada en 1968. Esta ha sido el hogar de ocho gobernadores de Pensilvania a lo largo de los años.
La noche del ataque coincidió con la celebración de la primera noche de Pésaj, la tradicional festividad judía. Shapiro comentó que momentos antes del incendio, su familia estaba reunida en el comedor de la residencia relatando la historia del éxodo judío, tal como lo indica la tradición de la festividad.
“Cuando estábamos en el comedor estatal anoche, compartimos la historia de la libertad. Es irónico y doloroso que pocas horas después alguien haya intentado arrebatarnos nuestra seguridad”, agregó el gobernador.
Las autoridades señalaron que Cody Balmer fue detenido en el área de Harrisburg con un artefacto incendiario casero en su poder. Según explicó el comisionado adjunto de la policía estatal, George Bivens, Balmer habría logrado saltar la cerca que rodea la residencia del gobernador, ingresar a la propiedad y provocar el fuego que más tarde fue extinguido por el Departamento de Bomberos de Harrisburg.
Mientras los bomberos combatían las llamas, los agentes de policía se centraron en evacuar rápidamente al gobernador y a su familia, quienes se encontraban en otra parte de la casa cuando el fuego fue iniciado.
La policía y las autoridades estatales confirmaron que el incendio causó “daños significativos en una parte de la residencia”, aunque no detallaron el nivel exacto de destrucción. La investigación continúa abierta para esclarecer completamente los hechos y determinar si hubo algún móvil político, personal o de otra índole detrás del ataque.
En los días previos, las autoridades ofrecieron una recompensa de $10,000 por información que condujera a un arresto. Por el momento, no se ha confirmado si una pista ciudadana ayudó a capturar a Balmer, quien continúa bajo custodia mientras se procesan los cargos en su contra.
Este ataque ha generado preocupación entre líderes estatales y ciudadanos, no solo por el nivel de violencia, sino también por la simbología de atacar la casa de un gobernador electo democráticamente.
Shapiro asumió como gobernador de Pensilvania en 2023, luego de haber servido como fiscal general del estado. Su carrera ha estado marcada por una imagen firme en temas de justicia social y seguridad, y ha sido considerado como un potencial compañero de fórmula para figuras nacionales, como la ex vicepresidenta Kamala Harris en su pasada campaña presidencial. Aunque Harris finalmente eligió a Tim Walz, gobernador de Minnesota, la mención de Shapiro subraya su relevancia creciente en la política nacional.
El gobernador concluyó su intervención con un mensaje desafiante y de resiliencia: “Me niego a ser esclavizado por el miedo. No permitiremos que el odio o la violencia definan nuestro futuro. Seguiremos adelante, juntos y con determinación”.
Las autoridades continúan investigando el ataque, revisando cámaras de seguridad, recolectando pruebas en la escena y entrevistando posibles testigos. Se espera que en los próximos días se revelen más detalles sobre la intención del ataque y el perfil del sospechoso.
Este suceso ha puesto el foco en la seguridad de figuras públicas en Estados Unidos, especialmente en un clima político polarizado y tenso. A pesar del trauma vivido, el gobernador Josh Shapiro reiteró su compromiso con el pueblo de Pensilvania y aseguró que continuará trabajando por el bienestar y la seguridad del estado.