La Casa Blanca de Donald Trump ha trabajado este año para reorganizar el cuerpo de prensa en su beneficio, y la reunión del lunes con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky dejó en evidencia lo bien que esa estrategia ha funcionado.
Varios corresponsales veteranos se quejaron en privado al ver cómo una figura mediática pro-MAGA dominaba la sesión de preguntas durante el encuentro fotográfico entre ambos mandatarios. Trump evitó cuestionamientos difíciles y, en su lugar, recibió preguntas que parecían diseñadas para reforzar sus propios discursos.
“Este espectáculo, especialmente frente a líderes extranjeros, es vergonzoso”, comentó un corresponsal a CNN bajo condición de anonimato. “Muchas preguntas no buscan respuestas, sino confrontaciones artificiales o halagar a Trump. Eso no es periodismo”.
Un cambio en el “pool” de prensa
Tradicionalmente, la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca determinaba qué periodistas integraban el “pool” (un grupo reducido que accede a eventos de espacio limitado, como el Despacho Oval). Sin embargo, desde febrero, la administración Trump tomó el control de esas asignaciones, dándose así la libertad de incluir medios explícitamente afines y excluir a agencias históricamente centrales.
El lunes, el grupo incluyó a Fox News, Breitbart y el Washington Examiner, pero dejó fuera a agencias de noticias internacionales. Peter Doocy, de Fox, llegó a realizar cinco preguntas, mientras que Brian Glenn, comentarista de la plataforma pro-Trump Real America’s Voice, también intervino pese a no estar oficialmente asignado.
Glenn ya había generado controversia en febrero al criticar públicamente la vestimenta de Zelensky en una visita anterior. Esta vez, cambió de tono: “Se ve fabuloso con ese traje”, le dijo al presidente ucraniano, provocando bromas entre los asistentes.
Críticas al sesgo mediático
Johanna Maska, exfuncionaria de la oficina de prensa de Obama, señaló en X la ironía de que Glenn —quien mantiene una relación con la congresista republicana Marjorie Taylor Greene— dominara la sesión junto a Doocy: “Estamos hablando de un encuentro con implicaciones de ‘paz en nuestro tiempo’, y quienes marcan el tono son personajes ligados al entorno MAGA”.
Durante la ronda de preguntas, Glenn consultó a Zelensky sobre posibles elecciones en Ucrania, pero rápidamente dio pie a Trump para lanzar un largo ataque contra los medios estadounidenses. Trump acusó a la prensa de negarle crédito por sus logros y aseguró que muchos periodistas “son instruidos sobre qué decir”.
Más tarde, Glenn volvió a intervenir, esta vez preguntando sobre las intenciones de Trump de eliminar el voto por correo y las máquinas electrónicas. Aunque Trump reconoció que era un tema “fuera de lugar”, aprovechó la ocasión para explayarse durante varios minutos sobre fraude electoral, inmigración, atletas transgénero y criminalidad en Washington.
El episodio subraya cómo la Casa Blanca, bajo Trump, ha logrado transformar el acceso a la prensa, desplazando a medios tradicionales y dando prioridad a voces alineadas con su discurso político.
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